viernes, 16 de octubre de 2009


El fenómeno del acoso escolar o bullying es también llamado intimidación, hostigamiento, matonaje o bravuconada, y, lamentablemente, se está convirtiendo en un tema acuciante de la realidad escolar en todo el mundo. Se trata, específicamente, del maltrato físico o verbal sistemático por parte de uno o más alumnos hacia otro joven o niño.

"No quiero ir a la escuela…" puede ser la primera manifestación de que un niño se encuentra en problemas. En ocasiones, estas situaciones suelen venir acompañadas por otros signos como dolores imprecisos, malestares diversos, o dificultades para salir de la cama, etc. La frase, sin embargo, suele aludir a cierta clase de cosas que no tienen que ver con la próxima prueba de Matemáticas o las exigencias de la profesora de Geografía. Y sí, en cambio, con algo que para niños y jóvenes suele ser vivencialmente más importante: la relación con sus pares.

En realidad, muchas veces los puntos suspensivos serían cubiertos si el chico se animara y completara la frase con la explicación: "porque me hacen la vida imposible!".

Este tipo de violencia escolar se caracteriza, por tanto, por una reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte (ya sea esta fortaleza real o percibida subjetivamente) que aquella. Se refiere, específicamente, a maltrato físico o verbal sistemático por parte de uno o más alumnos hacia otro.

Como una de las mayores dificultades en el tratamiento de este problema es el secreto que en general lo rodea, les proponemos sacarlo a la luz, comentarlo, discutirlo y en lo posible avanzar en la toma de conciencia y la elaboración de estrategias de afrontamiento familiar y escolar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario